APRENDIENDO A ESCUCHAR MI CUERPO - "LA CLAVE DE LA SANACIÓN"


APRENDIENDO A ESCUCHAR MI CUERPO
"LA CLAVE DE LA SANACIÓN"




Soy una NeuroCoach profesional  que ha ayudado a muchas personas con varias situaciones en su vida y sin embargo, cierto día, la vida pone  ante mí una realidad, que en principio sentí  sin solución, y la cual les quiero compartir:

Una mañana cualquiera, un  intenso dolor que nacía en la base de mi columna y se reflejaba en toda mi pierna izquierda  me impedía hacer el más mínimo movimiento; perdí sensibilidad, movilidad y la posibilidad de realizar desplazamientos mínimos; para ese momento el pánico y los pensamientos negativos eran lo único que me acompañaba y pensaba,

“Que dolor tan intenso” 
¿Y si no puedo caminar de nuevo?
¿Si no vuelvo a sentir mi pierna? 
¡Me despedirán de mi nuevo empleo!
¿Como generaré ingresos desde una cama?

Con esos pensamientos casi que di por hecho que jamás lograría pararme de esa cama y el dolor intenso me acompañaría el resto de mi vida, lo paradójico de la historia es que estos pensamientos pasaron por mi cabeza los primeros minutos de aquella mañana mientras mi mamá y mi hermana hacían todo lo que estaba en sus manos y usaban todas sus fuerzas para ayudarme a desplazar hasta el hospital.


Pasaron varios días para tener un diagnostico claro de lo que sucedía en mi cuerpo y mientras tanto yo me sumía más y más en aquellos pensamientos; lloraba la mayor parte del tiempo, necesitaba ayuda para moverme, incluso estando acostada, y cada vez hablaba menos.

Pero, ¿qué pasó en mi cuerpo durante mi vida para tener un desgaste en las vertebras de mi columna que produjeran una pequeña hernia que a su vez hiciera una presión en mi nervio ciático provocando tanto dolor, perdida de sensibilidad  e inmovilidad en mi pierna?, una y otra vez me lo preguntaba sin hallar una respuesta que silenciara esas voces que me impedían pensar claramente.

Después de varias semanas sumida en el dolor y la depresión una mañana pensé: ¿a cuántos he ayudado? ¿Estoy siendo coherente entre lo que pienso, siento, digo y hago? ¿Qué sentirían aquellos a los que insistentemente les digo que la fuerza que necesitamos para hacer lo que queramos esta en nosotros mismos y en el amor que nace desde lo más profundo de nuestro ser?

¿En realidad me estaba amando en ese momento con lo fuerza que lo solía hacer y la misma fuerza que le pedía a mis coachees?, la respuesta claramente es ¡NO! y esa conversación conmigo misma aquella mañana hizo que despertara nuevamente en mí aquella princesa guerrera que siempre había sido.

Comencé por buscar videos y libros en internet que reforzaron mis conocimientos de gestión de emociones,  su relación con nuestra salud y como nuestro cuerpo se comunica con nosotros advirtiéndonos sobre situaciones que podrían enfermarlo.


Así es, nuestro cerebro y nuestro cuerpo en conjunto son una máquina perfecta que advierte ante cualquier falla en su sistema y funcionamiento, el secreto está en saber escucharlo. Es aquí donde empieza esta extraordinaria aventura que compartiré con todo mi amor para que muchas personas sanen su cuerpo desde sus pensamientos y sus emociones.

Sin ánimo de criticar el sistema de salud o los procedimientos de exploración diagnóstica que realiza la medicina desde siempre, voy colocar sobre la mesa mi punto de vista partiendo de lo investigado y lo vivido desde mi historia.

Cuando enfermamos la mayoría de los profesionales de la salud indagan en cuáles son nuestros síntomas, es decir, la expresión física y/o psicológica que da cuenta de que algo está fallando en nuestra salud, y partiendo de nuestro relato de dolores y molestias determinan un diagnóstico, solicitan exámenes de diagnóstico o formulan medicamentos o terapias para eliminar dicho síntoma; de hecho, si vamos mas allá, existe un profesional de la salud para cada órgano o función del cuerpo dejando de lado casi por completo que somos un todo en función de uno mismo.

Mirando nuestra salud y sus diferente afecciones desde otro punto de vista, cada pensamiento que concentremos en cada situación de nuestra vida produce emociones que pueden convertirse en síntomas, desencadenando enfermedades de todo tipo y suministrando medicamentos en nuestro organismo de manera innecesaria o permitiendo que puedan generar otros daños en otros órganos sanos.

Escuchando nuestro cuerpo podríamos entender que produjo el daño y sanarlo desde nosotros mismos, siendo conscientes de nuestras emociones y cambiando los pensamientos que las producen.

Si quieres saber más sobre los pensamientos, las emociones, las enfermedades y la sanación, suscríbete a este blog y a mi fanpage, en donde encontrarás artículos con claves, tips, historias y ejemplos prácticos sobre la gestión emocional del dolor.





ALEJANDRA GONZALEZ HERRERA
NeuroCoach Profesional
Especialista en Gestión Emocional del dolor
Contadora Pública


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